ROL SEMANA 2 : CRÍTICO
Buenas a tod@s, esta semana desempeñaré el rol de crítica, en el que debo realizar un manifiesto en contra de las injusticias sociales que se dan en la actualidad.
Para empezar voy a introducir esta reflexión dando una definición para que podáis introduciros mejor en la síntesis de esto. La injusticia social son todos aquellos actos sociales que carecen de moral social y que no se adecúan al bienestar general de la sociedad.
Son muchas las injusticias sociales que actualmente conviven en nuestro día a día, por desgracia. Muchas de ellas resultan poco influyentes en la vida de un gran número de personas debido a que no condicionan ni perjudican su actividad diaria. Entre las injusticias que anteriormente mencioné se agrupan las que afectan a colectivos, a una minoría de la población, a un grupo de personas del mismo sexo, edad, raza, etc.
Como son muchos los ejemplos, he elegido uno de los que más afectan a la sociedad de hoy en día y que reside especialmente dentro del sistema educativo, englobando así a los institutos, colegios e incluso guarderías. Concretamente me refiero al bullying, el tipo de acoso escolar que se lleva a cabo cuando una persona discrimina a otra utilizando fuerza física, autoridad, poder social, etc. En muchos casos este abuso se ve influenciado por diferencias sociales como la discriminacion racial, homófoba... entre otras muchas interminables diferencias que llevan a que una persona abuse de la personalidad de otra.
Dentro de los escenarios en los que el bullying está presente está el ámbito educativo.
Muchos expertos sostienen que en la guardería empiezan las primeras diferencias entre niños que no se relacionan con otros debido a la influencia que los padres ejercen en ellos. Más tarde el abuso se prorroga hasta la educación primaria y secundaria, donde los individuos toman conductas más agresivas y donde la víctima empieza a sentir los síntomas del abuso, lo que suele generar un infierno en la infancia de la persona que sufre el abuso.
En la mayoría de los casos el abuso termina una vez acabada la secundaria y abandonando el sistema educativo, en otros casos termina con el suicidio (más del 70 % en 2014) y en otros muchos casos el abuso perdura durante muchísimos años en la vida de la persona que sufre el abuso.
Cumpliendo mi papel y dando una opinión crítica con respecto al tema comentado anteriormente, en primer lugar voy a establecer una síntesis entre las actitudes, que instituciones nacionales como el sistema educativo tienen a cerca de este tipo de abuso, y las que bajo mi punto de vista deberían llevarse a cabo.
Poniendo bajo el foco de investigación la intervención poco efectiva que el sistema educativo ha llevado a cabo sobre este problema en los años anteriores ( llegando a su punto más álgido en 2014, con un 70 % de suicidios por bullying en España ) y en menor medida, en la época actual ( debido a una mayor educació social llevada a cabo por profesionales dedicados a la erradicación de este fenómeno en las institucione educativas).
El núcleo del problema puede venir dado por una menor preocupación del sistema educativo con respecto a otras organizaciones ( la educación social, el frente de estudiantes,... ). A mi parecer deberían comenzar a estrechar vínculos y compartir el mismo espacio para poder educar tanto en valores sociales, y así conseguir una sociedad con mayor armonía debido a un mayor respeto entre individuos ( en este caso estudiantes ), como en conductas basadas en la empatía, ya que conseguirían tanto una mejoría en los resultados académicos como en el desarrollo personal.
Otro de los condicionantes del surgimiento de este abuso es la poca educación social de las familias, lo que va ligado a una incorrecta formación académica. Esta crítica va directamente relacionada con la poca intervención que el Estado ofrece hacia este tipo de acoso, debido a que son los educadores sociales aquellos que buscan medidas para erradicar este tipo de acoso. Al igual que el Estado no ofrece intervención hacia el bullying tampoco lo hace hacia otros fenómenos ( homofobia, violencia de género... ).
La solución que propongo es que al igual que hay una formación académica y profesional, también se imponga una formación que implique un avance social y tenga como finalidad conseguir un futuro más próspero, tanto en la concienciación social sobre aquello que nos perjudica y que no nos permite vivir en sintonía con la sociedad, como en los objetivos académicos.
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